En uno de los diálogos de Platón, llamado Timeo, Critias (un amigo de Platón) le relata a éste la historia que le había contado su abuelo, a quien se la había referido el gran sabio y legislador Solón, que a su vez la había oído de un anciano sacerdote egipcio. El diálogo de Platón nos da más de setenta pistas sobre la ubicación del famoso continente y sobre sus costumbres y características. Por ejemplo: nos da la pista de que el continente se encuentra delante de la desembocadura de las Columnas de Heracles, es decir, el estrecho de Gibraltar. Por otra parte nos avisa de que era común y muy numerosa la cantidad de elefantes en el contiente (más adelante esto tendrá su misterio)
Intentaré resumiros la investigación lo más breve y completo posible:
1-. En el mar caribeño del Yucatán (una pista que dio Platón) encontraron una capa de rocas de unos 364 m. de longitud y 45 m. de ancho divididos en tres hileras. Los bloques de piedra están separados a intervalos muy regulares. Lo llamaron Plataforma de Andros. Esta capa de rocas estubo sepultada bajo la arena hasta que el huracán Andrew la desenterró, pero será el huracán Jeanne quién volverá a esconderlo. He aquí la primera hipótesis: la Atlántida existe, pero se encuentra sepultada bajo la arena del océano atlántico.
2-. El escritor y antropólogo George Erikson elaboró una teoría que afirmaba la existencia de la Atlántida. Se basaba, entre otros descubrimientos más, en la existencia de elefantes en los edificios mayas del Yucatán. Esto es curioso, porque durante el período maya, hace mil o tres mil años, no había elefantes en América Central. Hay que tener en cuenta que Platón, en su libro Timeo, menciona que la raza de los elefantes era muy numerosa en la Atlántida.
En cambio otros científicos sostubieron que la naturaleza podía crear maravillas a través de sus diversas manifestaciones, y que por lo tanto la Plataforma de Andros era tan solo una maravilla creada por la acción de la naturaleza, como corrientes marinas o tormentas tropicales.
En cuanto a los elefantes encontrados en los edificios mayas, la mayoría de los científicos aseguran que las figuras de animales con trompa eran en realidad guacamayos.
¿Realidad o fantasía? Juzguen ustedes mismos.
(Dedicada a una gran amiga, cuya fascinación e interés por la Atlántida me inspiró para publicar este "documental")
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